23 febrero 2013

NO SIEMPRE FUIMOS TONTOS...

Cuando se dacapitaban banqueros

 
La Taula de Canvis apareció durante el reinado de Jaime I El Conquistador (1213-1276).
 
La legislación romana y goda que regía este negocio fue sustituida.
 
 
Estos son algunos de los artículos de esta legislación bancaria: 
 
El 13 de febrero de 1300 se estableció que cualquier banquero que se declarara en bancarrota sería humillado por todo el pueblo, por un voceador público y forzado a vivir en una estricta dieta de pan y agua hasta que devolviese a sus acreedores la cantidad completa de sus depósitos.
 
El 16 de mayo de 1301 se decidió que los banqueros estarían obligados a obtener fianzas y garantías de terceras partes para poder operar, y a aquellos que no lo hicieran no se les permitiría extender un mantel sobre sus cuentas de trabajo. El propósito de ello era señalar a todo el mundo que estos banqueros no eran tan solventes como aquellos que usaban manteles, es decir, que estaban respaldados por fianzas. Cualquier banquero que rompiera esta regla (por ejemplo, que operase con un mantel, pero sin fianza) sería declarado culpable de fraude.

Sin embargo, a pesar de todo, los banqueros pronto empezaron a engañar a sus clientes.
 
Debido a esos engaños, el 14 de Agosto de 1321 se estableció que aquellos banqueros que no cumpliesen inmediatamente sus compromisos, se les declararía en bancarrota, y si no pagasen sus deudas en el plazo de un año, caerían en desgracia pública, lo que sería pregonado por voceros por todo el pueblo.
 
Inmediatamente después, el banquero sería decapitado directamente enfrente de su mostrador, y sus propiedades vendidas localmente para pagar a sus acreedores.
 
Existen evidencias documentales de que esto se cumplía. Por ejemplo, el banquero catalán Francesc Castelló, fue decapitado directamente frente a su mostrador en 1360, en estricto cumplimiento de la ley.

Agradecimientos a FHN por compartir este mensaje
 

González-Pons va al cine


Para descansar de su tremenda responsabilidad como vicesecretario general de Estudios y Programas, Esteban González-Pons se metió en un cine y no se le ocurrió otra cosa que ir a ver La noche más oscura. Pensaba que era un documental sobre San Juan de la Cruz pero en seguida se dio cuenta de que en realidad se trata de una película sobre el asesinato de Bin Laden. Como en la pantalla no aparecían menciones a los atentados de Madrid, y sí a los de Nueva York, Londres y Bali, inmediatamente González-Pons empezó a mosquearse. Estuvo bien atento durante todo el metraje para ver si salía alguna txapela o al menos un aizkolari partiendo troncos en un descampado en Kabul. Vale, tampoco, pero lo que estaba claro es  que la película confirmaba sus peores sospechas. Kathryn Bigelow, que se había documentado codo con codo con la CIA, tampoco decía que el 11 M no fuese obra de ETA.

Hay que tener en cuenta que la labor de González-Pons es de las más duras que puedan imaginarse: ni siquiera el cartero de Génova tiene tanto trabajo. Diputado, cabeza de lista en Valencia y vicesecretario general de Estudios y Programas, háganse cargo. De estudios  mejor no hablamos, pero en cuanto a los programas, González-Pons hizo la promesa más  gorda de todo el programa electoral del PP: tres millones y medio de puestos de trabajo. Este hombre se pasa el día entero pensando, eso en cuanto deja de contar cómo la realidad va  divergiendo minuto a minuto y parado a parado con sus más optimistas previsiones. Hace tiempo que las calculadoras se le quedaron cortas y ya tiene que recurrir a los dedos.

Sobre la autoría del 11 M (aparte de la investigación oficial, una sentencia en firme y una reivindicación del atentado por parte de Abu Dujanah, posteriormente condenado) la mañana del 12 de marzo, todos los medios de prensa españoles, excepto hojas parroquiales, y casi todos los extranjeros (Le Monde, The New York Times, Financial Times, The Washington Post, Corriere della Sera) apuntaban a la hipótesis islamista con una más que probable implicación de Al Qaeda. No obstante, González-Pons se fía más de la documentación de la autora de Le llaman Bodhi, una señora que, en su anterior y oscarizada producción, contaba la guerra de Irak a través de las peripecias de un artificiero repleto de adrenalina que desactivaba bombas con el mismo alegre desparpajo con que el Cojo Mantecas desactivaba farolas.


Alguien debería advertirle a González-Pons que tenga mucho ojo cuando vaya a ver Malditos bastardos, que a Hitler no lo mataron en un cine en París, por mucho que diga Tarantino.


DIEGO TORRES

¡¡TODOS CONTRA EL FUEGO!!


12 febrero 2013

Apertura del IX Congreso de CCOO Canarias

 

25 enero 2012
 
La Conjura de los Hipócritas

Letra: José Francisco Gutiérrez "PepePaco" (Poemario "Como si hubieras venido", 2006) http://www.bienmesabe.org/noticia/2006/Mayo/presentacion-del-poemario-de-pepepaco-como-si-hubieras-venido

Música: Alberto Cañete

Percusión: José Pedro Pérez

UNA CANCION A LA GOMERA, por Féloche


DA | Santa Cruz de Tenerife

Una canción inspirada en La Gomera, Silbo, está cosechando un notable éxito en las listas francesas de música. Así lo señala el sitio web Mencey Macro, donde además se explica la curiosa historia que envuelve a esta composición del músico galo Féloche. En el blog detallan que el tema llamó mucho la atención de los alumnos de Francés del colegio Mario Lhermet de Hermigua y del IES de San Sebastián. Por ello, a través de una carta se pusieron en contacto con el artista “para saber más sobre un tal Bonifacio del cual habla la canción”.


Tal y como refiere Mencey Macro, éste les respondió que la canción alude a Bonifacio Santos Herrera, un gomero militante del Mpaiac que tuvo que huir a Francia tras ser condenado a cuatro años, dos meses y un día de cárcel por la colocación de cartuchos de dinamita en una sucursal del Banco de Bilbao en el municipio tinerfeño de Arona, que causaron diversos daños materiales.


“Bonifacio fue un padre para Féloche cuando era un muchacho de 7 a 14 años”, relatan en Mencey Macro. “Al llegar a Francia, se enamoró de su madre. Vivían en Clichy (suburbio de París). Bonifacio enseñó a Féloche el silbo, la lucha canaria y
muchas otras cosas sobre Canarias. Le hablaba siempre de la Gomera; y la isla se convirtió en un paraíso en la cabeza del pequeño niño francés”, añaden.


Cuando tenía 11 años, el artista viajó hasta la Isla Colombina para visitar a la familia de Bonifacio, en el núcleo de Las Rosas, en Agulo. Allí, “rodeado de naturaleza, no había ni tele ni playstation. Jugaban a correr por el monte, a jalar por la barbas de las cabras y a silbar en el viento…”, se apunta en el blog, donde también ponen de relieve que el artista aseguró a los estudiantes gomeros que ése fue uno de los recuerdos más bonitos de su vida.


Pero aquí no acaba la peripecia vital de Bonifacio Santos. Al parecer, en 1988, en el marco de la colaboración entre Francia y España, la policía gala quiso entregarlo a la española y tuvo que exiliarse en Estados Unidos. “Féloche lo visitó allí una vez”, indican en la web, para precisar que Bonifacio murió asesinado en Nueva York hace dos años.

Es falso

Un magnífico artículo de Javier Gallego "Crudo" (@carnecrudaradio) publicado el pasado día 4 en www.eldiario.es (http://www.eldiario.es/zonacritica/falso_6_97700233.html)


“Solo dos palabras necesito, es falso”, dijo el telepresidente Rajoy para autoexculparse del cobro de dinero negro en el que le incriminan los papeles de Bárcenas publicados. Curiosamente, solo necesitamos esas dos palabras para describirle a él como presidente: “Es falso” (incumple sus promesas, miente, se esconde). Y solo necesitamos esas dos palabras para resumir a su partido: “Es falso” (engaña, manipula, no llama a las cosas por sus nombre). No lo pretendía Rajoy pero nos dejó las dos palabras que condensan todo un sistema político, todo un tinglado, todo un tiempo de mentiras y corruptelas que ahora se viene abajo: “Es falso”. Rajoy nos dio las dos palabras que necesitábamos para definir este momento: “Es falso”.
Todo es falso. Suena falso. No es creíble. No se sostiene. Apesta a mentira. Y la mayoría ha empezado a ver el cartón piedra y el decorado. Hay un acuerdo abrumador sobre las instituciones, sobre la casta dirigente, sobre el sistema en vigor, sobre el periodismo proselitista, sobre la crisis, sobre el discurso de la clase dominante: son falsos. La mayoría piensa que el sistema es falso. Podría parecer una conclusión aterradora pero creo que, al contrario, es un punto de partida. Por fin casi todos estamos de acuerdo en algo.
Me vais a llamar aventurado pero creo que al régimen anterior le quedan dos telediarios. Ni el telediario de La Primera puede hacer ya nada por evitarlo. No tienen escapatoria. PP, PSOE, CiU, los tres grandes partidos que han reinado, la monarquía que caza y la familia real que ha esquilmado, la Justicia que se ha politizado, se ha vendido o ha robado, el periodismo que es la voz de su amo, no pueden seguir engañando por mucho más tiempo ni a mucha más gente. Están acorralados por sus propias mentiras. Demasiadas durante demasiado tiempo. Ya da igual lo que digan, ya casi nadie les cree: suenan falsos. 
No tiene escapatoria Rajoy. Su comparecencia fue un timo. Fue falsa. Necesita mucho más que palabras porque su palabra no es creíble. La ha traicionado demasiadas veces en este último año. Y la patética, cobarde y lamentable puesta en escena de su discurso, apareciendo a través de un televisor para no enfrentarse a las preguntas de la prensa, no hace sino acrecentar la sensación de que tiene miedo y algo oculta. Rajoy apareció en un plasma convirtiéndose en Plasmariano, un presidente que no es real, es solo una imagen en una pantalla, un reflejo, una sombra o como dijo él: la sombra de una sombra de una duda.
Los papeles completos de Bárcenas en los que aparece reiteradamente su nombre año tras año son una losa casi imposible de levantar. Aunque presente papeles, Rajoy ya no es creíble. Probablemente la portada de la revista Mongolia de este mes sea cierta: Rajoy ha muerto. Es un cadáver político. Sus falsedades anteriores y sus huidas que le hacen parecer mentiroso fueron cavando una fosa a la que ahora le ha empujado Bárcenas y a la que se va a llevar a toda su cúpula. Aquí los presidentes mueren matando. A los suyos.
Que se lo digan a Rubalcaba. Que se lo digan porque no se entera de que murió con Zapatero. Tampoco tiene escapatoria el líder de la oposición por más que se empeñe en creer que la muerte de su rival le dará la vida. Las encuestas le dan menos pulsaciones que a Rajoy después de Bárcenas. Es para hacérselo mirar. Como todos estos cadáveres que se desmoronan, Rubalcaba no sabe que la gente solo necesita dos palabras para definirle: “Es falso”.
La plaga de falsedad se ha extendido. Hablas con la gente y en distintos términos, repiten las dos palabras de Rajoy: “Es falso”. No es creíble. Es falso que Urdangarín no supiera lo que hacía. Es falso que la Infanta no supiera lo que hacía su marido. Es falso que el rey no supiera lo que hacían su hija y su yerno. Es falso que el tesorero de las infantas no tenga nada que ver en los negocios del duque empalmado. Es falso que la monarquía sea ejemplar. El rey es falso, su familia es falsa, Rajoy es falso, Rubalcaba es falso, el Parlamento es falso, los líderes de todos los partidos son falsos, ni uno solo aprueba. Es falso que la Justicia sea igual para todos. Es falso que vivamos en un Estado de Derecho. Es falso que la policía defienda al ciudadano. Es falso que los políticos representen a los votantes. Es falso que esto sea una crisis. Es falso que esto sea una democracia.
Es todo tan falso que dudamos de que la Justicia haga prevalecer la verdad y castigue la mentira. No confiamos en nuestros tribunales. Pues seamos justos y sinceros: también nosotros somos falsos como sociedad. Cuando menos, hemos permitido la falsedad durante mucho tiempo. No hemos hecho lo suficiente para erradicarla. Alguna responsabilidad tenemos. Hemos dejado que nos engañen, no hemos perseguido con suficiente ahínco a los que trapichean, mienten o estafan no solo a gran escala sino a pequeña escala, en nuestro ámbito cotidiano. Seamos sinceros: pocos han afeado la conducta de los que mienten, pocos tienen el valor de enfrentarse públicamente a la corrupción que campa a sus anchas a todos los niveles de nuestra sociedad. 
No es la Justicia y evidentemente no son los políticos los que tienen que sacarnos del atolladero. Somos nosotros como colectivo los que tenemos que demostrar que no somos falsos y que estamos dispuestos a hacer lo que haga falta para convertirnos en una sociedad más justa, más limpia y más sincera. Es la hora de la Verdad. 

Si alguien es capaz de hacer un análisis más exhaustivo y, al tiempo, concreto, de nuestra abrumadora realidad, que lo haga. Si no, creo que éste es el definitivo.

De raza le viene al galgo

Extracto de un libro de Historia de España, un capítulo muy interesante...

La obra se titula: Episodios ocultos del Franquísmo. Es de José Luis Hernández Garvi, 2011. Editorial Edaf. Pag. 192 a 194. Habla de los años 60 en España. Y dice así:
 
"Al amparo de los grandes negocios y del progreso industrial, se producen también una serie de escándalos económicos y financieros, algunos de ellos con trascendencia política, que provocaron cierto clima de alarma social que el régimen trato de calmar silenciando sus consecuencias. Uno de los primeros y más destacados de esta nueva etapa es el conocido como caso del Banco de Siero. Esta entidad financiera había sido fundada por Ramón Rato Rodríguez , padre del conocido político español Rodrigo Rato. En 1965 el ex ministro de Hacienda y entonces gobernador del Banco de España, Mariano Navarro Rubio, ordena la intervención del pequeño banco bajo la acusación de que servía de tapadera para la evasión de divisas a Suiza através de la sucursal que la entidad había abierto en Ginebra con el nombre de Banque de Siero.

En una innecesaria y espectacular operación policial, los agentes se presentaron en los salones del antiguo Hotel Castellana Hilton, interrumpiendo la celebración del banquete de bodas de Emilio García Botín, hijo de una hermana de Emilio Botín, y María de los Ángeles Rato Figaredo, hermana de Rodrigo Rato, llevándose detenidos y esposados a Ramón Rato, patriarca de la familia, y a su hijo Ramón Rato Figaredo, ambos acusados de delito de evasión de capitales. Jose María Gil Robles, abogado de los implicados, llego a afirmar en privado que el caso era indefendible, insinuando con sus palabras las más que posibles implicaciones políticas que habían influido en la puesta en escena de su detención y que habían desencadenado su procesamiento. parece ser que el propio Ramón Rato había dado instrucciones personales para que, en fechas anteriores a que se destapase el supuesto escándalo se ejecutase un crédito de cuatro millones ochocientas mil pesetas contra Nicolás Franco, el hermanísimo intocable.
 
En virtud de la causa abierta contra los procesados del caso Banco de Siero, el Juzgado Especial de Delitos monetarios condenó a tres años de cárcel y 176 millones de pesetas de multa al patriarca del clan Rato, y con dos años y 44 millones al hijo mayor, Ramón Rato Figaredo. también fueron condenados como cómplices Faustino Rato Rodriguez Sampedro, tío paterno de los hermanos Rato, con una multa de 5 millones y a una serie de directivos del banco."


Es decir, a un señor que desde su más tierna infancia ha mamado el fraude, la trampa y el engaño en su familia se le otorgan responsabilidades ministeriales, la dirección del FMI y, cómo no, BANKIA. Y todavía nos extrañaremos que la economía esté tan mal. Lógico, porque nuestros políticos ponen a los zorros a cuidar las gallinas. Por cierto, curiosa la relación, ya en los años 60, de los Botín y los Rato. Democracia, dictadura, ¡qué más da si la que gobierna de verdad y sobrevive a cualquier cambio político es siempre la misma oligarquía!